Por: Adriana Avilés
El Tolima es tierra de mujeres
fuertes, decididas y visionarias. En distintos ámbitos, hay lideresas que han
demostrado que el poder no es solo cuestión de ocupar un cargo, sino de
ejercerlo con inteligencia, sensibilidad y compromiso. Hoy, quiero resaltar en
mi columna de opinión parte I, algunas de las muchas mujeres que construyen
historia en la región.
Marzo es un mes de
conmemoración y lucha. Es el recordatorio de los derechos conquistados por las
mujeres y de los desafíos que aún persisten. En el Tolima, la presencia
femenina en el liderazgo está escribiendo una nueva historia, una donde las
mujeres no solo ocupan cargos de poder, sino que lo hacen con una agenda
transformadora, con enfoque de género y con la firme convicción de abrir
caminos para las que vienen detrás.
Adriana Magali Matiz
Una
gobernadora que rompe esquemas
La primera mujer en gobernar
el Tolima no llegó al cargo por casualidad. Adriana Magali es una mujer de
carácter, de esas que irradian seguridad y determinación en cada palabra. Su
trayectoria ha estado marcada por la disciplina y el amor por su departamento.
No es solo una política; es una estratega con una visión clara de desarrollo y
equidad.
Lo que más resalta de ella es
su capacidad de decisión. Es una mujer que escucha, analiza y actúa con
firmeza. Su carácter no es autoritario, pero sí inquebrantable. Tiene la
habilidad de enfrentar los desafíos con inteligencia y siempre buscando consensos.
Otra cualidad que la distingue
es su cercanía con la gente. No es una gobernante de escritorio, sino una líder
que pisa el territorio, que conoce las problemáticas de primera mano y que
genera confianza en quienes la rodean. Su espíritu de servicio la lleva a
trabajar incansablemente por las poblaciones más vulnerables, especialmente por
las mujeres, a quienes ha puesto en el centro de su agenda de gobierno.
Su personalidad es la
combinación perfecta entre fuerza y calidez. Puede ser contundente cuando se
trata de defender el bienestar del Tolima, pero también tiene la sensibilidad
necesaria para entender que gobernar es, ante todo, servir.
Beatriz
Valencia
Líbano:
la voz firme de la montaña
En el Líbano, la alcaldesa
representa el equilibrio entre firmeza y sensibilidad. Su liderazgo se basa en
la disciplina y la planificación estratégica, pero sin perder la calidez
humana. Es una mujer que inspira confianza y respeto, con una energía que motiva
a su equipo y a su comunidad. Su capacidad de tomar decisiones justas y su
profundo sentido de justicia social la convierten en una referente de autoridad
con propósito.
Desde Líbano, Beatriz lidera
con un fuerte compromiso por el desarrollo turístico y la mejora de la calidad
de vida de sus habitantes. Su trabajo ha estado enfocado en fortalecer la
infraestructura vial y garantizar que los campesinos tengan mejores
oportunidades económicas. Con visión y gestión, está logrando que su municipio
avance hacia un futuro más próspero.
Ana
Judith Gamboa
Flandes:
la determinación con rostro amable
La alcaldesa de Flandes es una
mujer con una energía contagiosa y una voluntad inquebrantable. Su carácter es
afable, pero detrás de su sonrisa hay una determinación férrea para hacer
cumplir sus compromisos. Es una líder que entiende la importancia del
desarrollo económico y social, impulsando iniciativas que benefician a toda la
comunidad. Su personalidad refleja optimismo, pero también una gran capacidad
de trabajo.
La alcaldesa de Flandes, Ana
Judith, tiene una misión clara: hacer del municipio un epicentro de desarrollo.
Su liderazgo ha sido clave en la reconstrucción del tejido social, impulsando
proyectos de educación, turismo y apoyo a las mujeres emprendedoras.
Consuelo
Avilés
Suárez:
la mujer que gobierna con el corazón y la razón
En Suárez, la alcaldesa
gobierna con una mezcla de intuición, pragmatismo y empatía. Es una mujer que
escucha con el corazón, pero toma decisiones con la razón. Su liderazgo se basa
en la cercanía con la comunidad, en la búsqueda constante de soluciones y en la
firmeza para ejecutar planes que beneficien a la mayoría. Su personalidad es
serena, pero con una gran fuerza interior.
Desde Suarez, Consuelo
representa la fortaleza de las mujeres en los territorios afectados por la
desigualdad. Su enfoque está en el fortalecimiento de las comunidades rurales,
promoviendo el acceso a oportunidades económicas y sociales para quienes más lo
necesitan.
Diana
Magaly Caro
Santa
Isabel: la paciencia y la persistencia de una mujer que cree en su gente
En Santa Isabel, la alcaldesa
representa la paciencia y la perseverancia. Su espíritu es resiliente, y su
carácter es el de una mujer que cree en la transformación a través del trabajo
constante. Su liderazgo es cercano, empático y profundamente comprometido con
mejorar la calidad de vida de los habitantes de su municipio.
Diana Magaly ha asumido la
alcaldía de Santa Isabel con la meta de potenciar el desarrollo local. Su
trabajo ha estado orientado a la modernización del municipio, el
fortalecimiento del sector agrícola y la promoción del turismo ecológico, con
un enfoque de sostenibilidad y bienestar para las familias.
Martha Ayala
Mariquita:
la inteligencia estratégica con calidez humana
En Mariquita, la alcaldesa es
una mujer con una mente analítica y estratégica, capaz de visualizar soluciones
innovadoras a los problemas de su municipio. Su liderazgo es inclusivo y
participativo, siempre abierta al diálogo y al consenso. Es una líder con una
gran capacidad de gestión, pero lo que más destaca en ella es su cercanía con
la gente y su habilidad para generar confianza.
En Mariquita, Martha ha demostrado que el liderazgo femenino puede transformar las comunidades. Su administración se ha enfocado en mejorar la infraestructura, garantizar el acceso a la educación y empoderar a las mujeres para que sean protagonistas del desarrollo municipal
Astrid
Pava
Natagaima: la fuerza de la cultura y la tradición
La alcaldesa de Natagaima es
el reflejo del arraigo a las raíces y la lucha por la identidad cultural. Su
personalidad es cálida y serena, pero con una determinación inquebrantable para
defender los derechos de su comunidad. Como líder, combina el respeto por la
tradición con una visión progresista, buscando el bienestar de su gente sin
perder el vínculo con la historia de su municipio.
Natagaima, uno de los
municipios más turísticos del Tolima, tiene en Astrid una líder que apuesta por
la innovación y el progreso. Su gobierno ha trabajado en fortalecer la economía
local, apoyar a los emprendedores y garantizar condiciones seguras y
sostenibles para el crecimiento del turismo.
María
Camila Sánchez
Murillo:
una líder con espíritu indomable
La alcaldesa de Murillo es una
mujer de carácter fuerte y resiliente. Su espíritu indomable la convierte en
una gestora incansable del desarrollo rural y del turismo sostenible en su
municipio. Con una personalidad enérgica y apasionada, gobierna con la convicción
de que la naturaleza y la comunidad deben crecer juntas. Es cercana a la gente,
escucha activamente y no teme enfrentarse a los desafíos con valentía.
María Camila lleva las riendas
de Murillo con un enfoque social y comunitario. Su liderazgo se ha centrado en
mejorar la educación, la salud y la calidad de vida de los habitantes,
promoviendo la inclusión de las mujeres en espacios de decisión y generando
oportunidades para los jóvenes.
Gina
Vanesa Silva
Herveo:
la visión y la valentía de una mujer líder
La alcaldesa de Herveo es una
mujer con una visión clara de futuro. Su personalidad combina audacia y
prudencia, permitiéndole enfrentar desafíos con determinación sin perder la
humildad. Es una líder que no teme romper paradigmas y abrir nuevas
oportunidades para su municipio. Su espíritu es luchador y su compromiso con la
gente es inquebrantable.
En Herveo, Gina Vanesa trabaja
por el bienestar de su comunidad, impulsando proyectos de infraestructura,
desarrollo rural y protección ambiental. Su compromiso con el campo ha
permitido que los campesinos de su municipio reciban más apoyo y oportunidades
para mejorar su producción y comercialización.
Johana
Aranda
Ibagué:
liderazgo con simpatía y carácter
La alcaldesa de la capital tolimense tiene un
reto enorme y lo asume con emoción y determinación. Su personalidad es fuerte y
decidida, pero también sabe ser diplomática y conciliadora cuando es necesario.
Es una mujer que no teme tomar decisiones difíciles, pero siempre lo hace con
un enfoque humano y con la convicción de que el desarrollo de Ibagué debe ser
equitativo.
Su administración busca hacer
de Ibagué una ciudad más incluyente, con mayor seguridad y mejores
oportunidades para sus ciudadanos. Su liderazgo destaca por su cercanía con la
gente y su enfoque en políticas públicas con impacto social.