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Desde que se conoció el último
informe del desempleo en Colombia, donde Ibagué quedó el tétrico segundo lugar
con un 18.6 por ciento, avanzando rápidamente hacia ese 23.3 por ciento del año
2003 que tantos estragos sociales y económicos causó por estas tierras, todos
prendimos alarmas.
Incluso en mi columna anterior
pedí un #plandechoqueya frente a la situación. Muchos debates públicos,
discusiones radiales, pronunciamiento de los gremios económicos, líderes
políticos se conocieron al respecto desde entonces. Creo que todos al unísono
pedimos menos diagnósticos, estudios, poses de preocupación para fotos y redes
sociales de nuestros mandatarios y más acciones concretas.
No he sido nunca amigo de
alabar la gestión de los funcionarios o servidores públicos en turno por
razones fundamentales: uno, de eso se tratar el servicio público y es su deber;
dos, se les paga bien por ello; tres, muchas veces sacan réditos personales y
políticos de tal servicio. Por tanto, se deben dar por bien recompensados por
su trabajo.
Pero es de resaltar el hecho
de que ante una situación de tanta preocupación real para muchas familias
ibaguereñas y del Tolima, sin discursos ni aspavientos, el senador Miguel íngel
Barreto haya gestionado y armado un borrador de modificación de Ley 1955 de
2019, en su artículo 268, para presentar al Congreso apenas comience su nuevo
período de sesiones en los próximos días.
Esa modificación del artículo,
permitiría incluir al Tolima en los beneficios que contempla dicha norma como
Zona Económica y Social Especial (ZESE) y del que ya gozan Guajira, Norte de
Santander y Arauca.
Se trata de crear un régimen
especial de tributación para atraer inversión nacional y extranjera con el
propósito de mejorar las condiciones económicas y generar empleo en las zonas
incluidas en la Ley. Tales beneficios son aplicables a todas las sociedades
comerciales que se constituyan en la ZESE en los tres años siguientes de
entrada en vigencia de la Ley. Pero no
solo a empresas e industrias nuevas sino aquellas ya creadas de tiempo atrás
que se acojan a la ZESE y demuestren la creación de un 15 por ciento más de
puestos de trabajo directos; y para evitar trampas, se tomará como promedio los
trabajadores vinculados por esa organización en los últimos dos años, antes de
acogerse a esta ley de beneficios. Además, deberán tener dicho número de nuevos
puestos creados en la vigencia del beneficio, lo cual evita la creación
ficticia o artificiosamente temporal de puestos.
Las empresas industriales,
agropecuarias, comerciales, turística o de salud que se acojan a ZESE Tolima
podrán gozar de una tarifa cero del impuesto de renta sobre los primeros cinco
años, si son recién constituidas, y solo el 50 por ciento de la tarifa de dicho
impuesto en los cinco años siguientes. Las empresas excluidas de este artículo
son las dedicadas a la exploración y explotación minera.
Que el Tolima sea incluido en
la ZESE es importante porque es dar oportunidades a los 47 municipios; si se
retiene a los jóvenes con oportunidades en sus propios municipios, no vendrán a
Ibagué a buscar empleo inexistente, pero sí a engrosar los cinturones de
miseria, la informalidad o el rebusque. Recordemos que evitar tal migración
recomendó la Mesa Técnica de Empleo de la Cámara de Comercio en agosto de 2018.
Lo que viene ahora es actuar
con grandeza, sin mezquindades y rodear la iniciativa del senador Barreto por
parte de toda la bancada tolimense, incluidos Robledo, Paloma y Ana Paola, el gobernador,
el alcalde de Ibagué y sus colegas de municipios, el Concejo de la capital y
los municipales, la Asamblea, los gremios económicos, las universidades y hasta
los líderes sociales. Es asunto de todos.
Por: Nelson Germán Sánchez
Pérez -Gersan-