Por:
Por: Germán Dario Rodríguez Páez
El asunto con facebook, instagram y las demás
redes sociales no es que estén dándole a la gente modelos físicos y de belleza
inalcanzables, que en muchos casos generan cuadros de profunda ansiedad y en
últimas depresión que termina volviéndose un problema de salud pública, máxime
cuando ataca la niñez y la adolescencia.
El gran problema es la manipulación a través de
cuentas y páginas falsas que pueden manipular la opinión pública a través de
los !me gusta¡ (likes) y comentarios, que generan la impresión de que hay
opinión pública en uno u otro sentido, a pesar de que ello sea mentira.
Eso tiene un impacto político no solamente en
cuanto a formación de opinión pública en general, sino que más allá, altera la
percepción de la ciudadanía en materia política. Y eso significa, de cara a las
elecciones del próximo año, que muchas personas que toman su decisión al vaivén
de la ola, al vaivén de sus emociones y las tendencias, terminan tomando su
decisión con base en una propaganda falsa creada por esos likes y esos
comentarios falsos.
Es como si una encuesta política diera por
ganador a cualquier otra persona creando datos falsos y generando la impresión
de que esa persona va a ser la ganadora, a pesar de que en la realidad la
percepción ciudadana y la opinión de la gente sean distintas.
En un sistema democrático como el nuestro, el
libre flujo de información verídica y real es fundamental, porque con base en
información real es que los ciudadanos pueden ejercer su libertad de decidir
sin ningún obstáculo y sin ningún tapujo.
La formación de la voluntad popular, que es la
esencia y la base del sistema político colombiano, como democracia que es,
implica por supuesto una voluntad de cada ciudadano adecuadamente informada,
con suficiente conocimiento de la realidad para tomar las decisiones sobre los
asuntos públicos, los de trascendencia para la comunidad. Decía Rousseau
!...Para tener una buena exposición de la voluntad general ¡¦ que cada ciudadano
opine con arreglo a su manera de pensar¡¦¡.
O como lo dice la declaración de los derechos
del hombre: !¡¦la libre comunicación de los pensamientos y de las opiniones ¡¦ es
uno de los más preciosos derechos del hombre...¡
Pero cuando se tergiversa y se falsea la
información, para terminar manipulando la opinión de las personas, las
decisiones que en una democracia deben tomarse con base en la libertad de opinión y de
comunicación, se toman con base en engaño y con fraude.
Por esa razón, el escandalo mundial por el que atraviesa Facebook necesariamente tiene un impacto en Colombia, de cara a las elecciones del próximo año, y hace pensar en la necesidad de regular adecuadamente esta y otras redes sociales, que hasta el momento operan sin ningún tipo de control y vigilancia.
El tema, en una democracia maltrecha como la
nuestra, con violación cotidiana de las libertades públicas, incluidas las de
expresión y de información, resulta de singular importancia y merece ser
revisado por el próximo parlamento a ser elegido.