Por:
Por: Ricardo Orozco
La educación gratuita es la
mejor inversión que cualquier gobierno deba y pueda hacer, la educación no
puede seguir siendo en nuestro país, el privilegio solo para los que puedan
pagarla, debe ser la gran herramienta que permita oportunidades a los talentos,
a la disciplina y el amor por el conocimiento, también la gran herramienta para
enfrentar la pobreza y la desigualdad social. Yo era un niño sin esas
oportunidades, siempre las busque, siempre las quise y a fuerza de ganarle el
partido a la vida las logre, pero esa situación en el mundo de hoy no puede
seguir pasando, no podemos esperar el milagro para la oportunidad, los jóvenes
de hoy deben tener la gran oportunidad de estudiar gratuitamente.
Cuando tomamos la decisión de
la educación superior gratuita en todas las universidades públicas de nuestro
departamento, varias fueron las voces a favor y en contra, destinar esas
enormes cantidades de dinero que normalmente para cualquier político o
gobernante mezquino, pueden representar muchas oportunidades de obras o
acciones que lo beneficien, sin embargo por encima de todas las consideraciones
yo tenía claro, que como gobernador debería construir la historia de manera
distinta, rompiendo los esquemas, la misma ideologización que pone la lucha por
la educación gratuita en cabeza de los grupos de izquierda y que delimita las
acciones, como si ese no fuera un bien supremo de la sociedad, un clamor y una
necesidad que debe ser sin color, ni posición, ni partido. La educación es de
todos y para todos, debe ser el gran motor de unidad y de desarrollo económico
y social de nuestra región.
Serán aproximadamente 30 mil
millones de pesos, este año los que invertiremos en educación pública,
beneficiando cerca de 28 mil estudiantes en la Universidad del Tolima, el ITFIP
y el Conservatorio, a esto se suma la inversión de más de 2 mil millones de
pesos para capacitar a 300 patrulleros de la Policía, hombres y mujeres
tolimenses para que se queden en el Tolima. El poder de la educación está
transformando al Tolima, invitando a nuestros jóvenes a hacer realidad sus
sueños, mostrándonos el camino del desarrollo económico y social, en un proceso
de construcción en unidad, beneficiando en equidad a los que más lo necesitan y
generando las oportunidades que antes eran un milagro y hoy son realidad.