Alrededor de 30.000 dispositivos acompañaran a los policías de vigilancia en las calles del país, con cámaras corporales o body cam y con sensores que alertan el uso de armas de dotación por parte de los miembros de la policía.
Dichas
cámaras corporales serán incluidas de forma gradual en el nuevo uniforme de la
institución, los cuales contarán con seguimiento en cada departamento y ciudad,
por lo que se ampliarán los centros de control y rastreo.
Los
registros de vídeo y audio de las body cam serán analizados con software, como
también con personal administrativo y civil. Las alertas de las cámaras van
hacer almacenadas en servidores, con el fin de atender solicitudes judiciales o
denuncias acerca de las actuaciones policiales.
“Se
amplía la capacidad de almacenamiento para que nos permita a futuro, sí hay una
situación particular con un procedimiento de policía, una demanda o requiere
una revisión por parte de las diferentes autoridades de control, se pueda
extraer esos fragmentos de grabación y fortalecer la versión de verdad jurídica
en cada procedimiento u operación de Policía”, indicó el teniente coronel
Mauricio Rodríguez, jefe de innovación de la policía.
Para los nuevos uniformes se tiene previsto incluir en el cinturón, un sensor en la funda del arma de dotación, es decir, en caso de que un policía desenfunda su arma institucional, se emitirá una alerta a los centros de monitoreo, para mejora los tiempos de reacción en situaciones de emergencia.
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