OPINIÓN 13-01-2021
Por: Juan Espinosa
No es extraño que quienes desaprueben la medida de Twitter de cancelarle la cuenta “al ya ex presidente” Donald Trump son los mismos que promueven el odio, la polarización, quienes usan y propagan noticias falsas para desacreditar o para ganar seguidores, quienes incitan a la violencia y al caos, o aquellos que promueven productos inservibles o actividades ilegales.
Y, evidentemente, hay
otros que se escapan de esas medidas porque usan perfiles falsos para lo mismo.
Las llamadas “bodegas” que sirven para deshonrar a una persona o una
institución. Esos tienen cientos de cuentas y a ellos si les cancelan una,
abren diez. Allí la Fiscalía no tiene capacidad operativa para investigar y
judicializar.
Y digo “al ya
expresidente”, porque finaliza su periodo sin ninguna autoridad ni
credibilidad. Una cosa es ser el elegido y otra cosa es tener la capacidad de
gobernar y que su pueblo lo conciba como tal. Y su pueblo, no son sus empleados
ni fanáticos, el pueblo son las mayorías de una nación, departamento o ciudad.
Ya en Colombia, se empiezan a dilucidar casos de ingobernabilidad y falta de
credibilidad en el primer año de gobierno. Gobernar
no es tener el cargo. Muchas veces gobiernan más los que no ostentan el cargo
que los designados por el voto popular.
Muchas veces gobierna más la oposición o los medios de comunicación o
las encuestas que los mismos mandatarios.
Y limitar la capacidad
de acceder y usar una cuenta, es responsabilidad de las redes sociales. Respetando la libre expresión, pero la libre
expresión tiene una frontera invisible y casi imperceptible que es la verdad y
el respeto. La opinión y la oposición no deben ser contrarias a la verdad y
al respeto. Se puede decir lo mismo, sin agredir.
Y además, la libre
expresión no puede incitar al caos y al pánico. Y menos, basado en “el parecer”
del suscriptor de la cuenta.
Twitter
ha tenido un gran acierto y frente a un pez gordo. Eso lo debe seguir
replicando en todo el mundo porque no es solo Trump. Y debe aplicarlo a
personas influyentes y medios de comunicación que promuevan odio y
desinformación.
Creo
que este es un mensaje claro para otras redes y para la FLIP.
Recientemente un estudio local, demostró como para las campañas locales del
2019 se usaron los medios para desinformar y atacar sin ningún control.
La ética y la
responsabilidad deben ser los conductores en el uso de redes de información. El
debate es bienvenido respetando la dignidad y basado en el conocimiento. Ser opositor o defensor de causas, es un
derecho, pero debemos ejercerlo con equilibrio entre el concepto y la dignidad.
Los actores políticos,
sociales, periodísticos y ciudadanos del común, debemos entender que la mentira, la agresión, el pánico y todo
aquello que ofenda y genere zozobra, no
es el camino.
Gracias Twitter por
este gran paso hacia el uso responsable de las redes sociales. Good bye Donald
Trump.
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