OPINIÓN 09-01-2021
Por: Óscar Barreto
La
pandemia sigue su paso arrebatador por todos los rincones del mundo y digo
arrebatador porque, eso ha hecho con la tranquilidad, la vida, la economía y la
cotidianidad, también ha sido arrebatadora la pandemia con el juicio mental,
intelectual y académico de muchos, que hacen análisis, esbozan tesis, posando como conocedores de los más complejos
conocimientos en materia de epidemiologia, virología o de la medicina en
general, otros, de lo que oyen o ven, concluyen
sobre la economía, decisiones gubernamentales, sociología o los sectores que
pueden realizar o no actividades de acuerdo al criterios de esos “sabios”.
Esta
pandemia es un drama mundial de incalculables proporciones, presidentes de
grandes potencias como China, Estados Unidos, Alemania, Francia y otros países,
no han podido contener en términos de la medicina y la economía, las
devastadoras consecuencias del COVID 19.
En
Colombia, como en otros países la voluntad del gobierno nacional y de los
gobiernos regionales y locales, ha sido inmensa en tratándose de hacer lo
mejor, todos sin exclusión han hecho desde su capacidad y voluntad, lo que han
creído mejor para los ciudadanos, han soportado los embates de esos “sabios”
que desde la tribuna critican y critican, se ideologizó y politizó la lucha
contra la pandemia, me entristece leer y escuchar voces queriendo muertos y
tragedias, solo para que a uno u otro
gobernante le vaya mal. Por eso quienes conocemos lo público y quienes, por
supuesto entendemos desde la experiencia y el sentido común esta pandemia, sabemos
que estas son épocas de unidad y respeto por la institucionalidad, de tener
solidaridad con el presidente, los gobernadores y alcaldes, que enfrentan este
fenómeno nuevo y mundial.
La
pandemia no puede utilizarse como un instrumento político o para la política
electoral, sería mezquino hacerlo, inapropiado y deshonesto. Sigo rogando a
Dios y a la ciencia encontrar el camino para pronto salir de esta terrible
realidad, a los ciudadanos que no han tenido el comportamiento adecuado, tomar
conciencia sobre las enormes consecuencias de la indisciplina social, que
acrecienta problemas en la vida y la economía de nuestro país. Pronto veremos
la luz al final del túnel, mucho de esa realidad depende, de la responsabilidad
y el buen comportamiento de los ciudadanos como individuos e integrantes de una
sociedad.
NACIONAL 03-04-2020
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