OPINIÓN 08-01-2021
Por: Alejandro Rozo
Se
acerca el inicio de un ciclo político en el país: las elecciones de congreso y
las presidenciales se acercan. Esto va a generar toda una tormenta de poderes
durante el 2021, por lo que será uno de los años más complejos del devenir
electoral en Colombia, esto no solo por la incertidumbre que generan los incalculables
nuevos escenarios en torno a la pandemia, los cuales no son tendenciales ni imaginables,
mucho menos se podrá calcular la complejidad de los procesos de reactivación y
recuperación económica y del empleo en el país.
Entre
2018 y 2020, han llegado cerca de 20 mil millones de dólares, producto de
acertados procesos de atracción de inversiones privadas, que no son otra cosa
que negocios internacionales de segunda generación, fórmulas internacionales enmarcadas
en procesos de NEARSHORING y OFFSHORING, como nuevas tendencias
de generación de riqueza en las regiones de Colombia. Es así, como las Agencias
de Promoción de Inversión en su red APRI y las oficinas de Promoción que
conforman la RED-PRO como: Pro Antioquia, Pro Barranquilla, Pro Santander y
otras más donde está presente también Pro Tolima, tendrán el reto de generar
ecosistemas y climas de inversión adecuados para impulsar la circulación de
inversiones nacionales y la llegada de IED – Inversión Extranjera Directa.
Es
claro que, NO todas las regiones poseen la misma especialización o sofisticación
para ser sede de inversiones nacionales o extranjeras, sin embargo, de la mano
del MINTIC y PROCOLOMBIA, las regiones avanzan en la implementación de
estrategias para mejorar condiciones que permitan atraer y albergar inversión
privada en los territorios.
En
esta tarea han participado de manera decidida gobernadores y alcaldes de todo
el país, ya que generar un entorno propicio que brinde condiciones y seguridad
jurídica, es una muy acertada alternativa para acelerar el crecimiento
económico y la recuperación del empleo. La foto ya no es inaugurando obras
públicas, la foto ahora es inaugurando grandes proyectos de inversión privada
con embajadores, cámaras de comercio binacionales y grupos empresariales
internacionales que ven a Colombia como la puerta de entrada al mercado de Las
Américas.
El
crecimiento económico no se da en un mundo color de rosa, se da en un mundo
complejo donde la lucha de poderes es más preponderante que la lucha por la
recuperación económica, Inversionistas de diferentes latitudes: Estados Unidos,
Canadá, España, Alemania, China e India entre otros, hacen permanentemente una
lectura de la geopolítica mundial, en especial de aquellos países en los que
tienen o pretenden asentar sus inversiones, Colombia no es la excepción en esos
análisis.
Diferentes
firmas de consultoría internacional toman muestras e indagan sobre qué pasa con
el clima político en Colombia y sus principales regiones; analizan cuales son
las tendencias políticas para 2021 y 2022, analizan sobre qué está pasando con
la polarización ideológica, quienes son los candidatos con más opciones para
llegar al congreso y a la presidencia. Todos estos factores beneficiarán, afectarán
o retrasarán de momento el crecimiento económico, ya que, según firmas
consultoras, existen temores de que Colombia pueda parecerse a Venezuela, donde
se pondría en riesgo la institucionalidad de la empresa privada y de las
grandes inversiones si llegara al poder el grupo que ya todos se podrán
imaginar.
En
éste orden de ideas, para nadie es un secreto que el Presidente Iván Duque, ha
tenido el sol a sus espaldas por diferentes circunstancias, el rebrote del
virus de la COVID 19 y las aparentemente nuevas y más contagiosas cepas que
llegan al país, la situación que vive el Centro Democrático por la coyuntura
jurídica y política que afecta Uribe, la desfinanciación del Plan de
Desarrollo, el aparente incumplimiento de los compromisos del acuerdo de paz,
la necesidad de adoptar otra reforma tributaria debido a la inclemencia de la
pandemia y la desaceleración económica que afecta el crecimiento del PIB.
Es
necesario pensar cuál es el escenario político que más le conviene al país en
materia de recuperación y crecimiento económico, concentrarnos en pensar cuál
es el clima político que más favorece la llegada de nuevas inversiones. De
acuerdo al análisis de firmas consultoras los extremos políticos son malos para
la economía, las opciones de centro han sido muy tibias y están mandadas a
recoger por no ofrecer opinión ni confianza a la hora de conformar coaliciones
ganadoras.
La
pregunta: ¿Cuál es el grupo, sector o alianza política que más le convendría a
Colombia para garantizar un crecimiento y recuperación económica?
Antes de responder esta pregunta, vale la pena decir que NO existe un panorama político claro para el país, lo que sí existe es una marcada necesidad de generar confianza inversionista y un entorno positivo para los negocios, que haga ver a Colombia como un paraíso de inversión y principal puerta de entrada para las Américas.
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