NACIONAL 01-12-2020
Según la Dirección de
Información, Análisis y Reacción Inmediata – DIARI de la Contraloría General de
la República; hay beneficiarios que aparecen en la Registraduría Nacional como
fallecidos, pero a los que contratistas les entregaron ración de alimentos;
menores de edad que en la misma base datos están reportados como muertos, pero
que su documento estaría siendo suplantado por beneficiarios; y casos como el
de una madre que recibió raciones por 172 hijos que tendría en un solo
municipio.
Las anteriores son solo 4 de
69 alertas que detectó la Dirección de Información, Análisis y Reacción
Inmediata – DIARI con su Modelo de Analítica Descriptiva que le está haciendo
seguimiento al Programa Canastas Nutricionales del ICBF.
15.580 acudientes que aparecen
reportados como fallecidos
Una vez declarada la
emergencia sanitaria por el Covid-19, el Programa Canastas Nutricionales
contrató una modalidad para que varios operadores hicieran el suministro de
raciones alimentarias en los hogares de los niños y niñas entre cero y cinco
años y madres gestantes registrados en el programa.
Desde esa fecha, la DIARI,
dentro de su plan de vigilancia a los recursos asignados a atender la pandemia
del Covid-19, identificó que diferentes contratistas del ICBF entregaron 28.018
raciones a 15.580 acudientes registrados que están en la base de datos de la
Registraduría Nacional reportados como fallecidos.
Si se multiplica el número de
raciones que se entregaron a estas personas fallecidas por el valor más bajo de
una ración ($80.000), la suma de esta alerta de la DIARI es de $2.241 millones
de pesos aproximadamente. Los valores de cada ración aumentan según el tipo de
Centro Zonal desde donde se entregan y si son para mujeres gestantes y madres
en periodos de lactancia.
La DIARI detectó que de esas
28.018 entregas de raciones a acudientes de menores de edad que aparecen en las
bases de datos como fallecidos, 4.548 se realizaron en el departamento de La
Guajira en los meses de mayo, junio y julio.
Menores fallecidos suplantados
como beneficiarios
Con este mismo seguimiento que
realizó el Modelo de Analítica Descriptiva de la DIARI, se identificaron nueve
menores cuyos números de identificación aparecen en la base de datos de la
Registraduría Nacional como fallecidos, pero que en las planillas del Programa
Canasta Nutricional del ICBF estarían siendo suplantados como beneficiarios,
dado que su número de identificación esta registrado en las planillas, pero
aparece asignado con otro nombre y apellidos.
Igualmente, la Contraloría
pudo confirmar que tres de estas entregas se realizaron al mismo número de
menores de edad que aparecen en la base de datos de la Registraduría como
fallecidos.
También se identificó que en
el departamento de Chocó se realizaron 37 entregas de raciones de alimentos a
16 menores de edad que aparecen en la base de datos de la Registraduría como
fallecidos en fechas anteriores a la que se hizo dicho suministro.
En el Departamento de Nariño,
se confirmó que hubo 8 entregas de raciones alimentarias a 2 menores edad que
aparecen en la base de datos de la Registraduría como fallecidos en fechas
anteriores a las mismas.
En total, la DIARI detectó que
en el país se realizaron 48 entregas a 21 menores de edad que aparecen en la
base de datos de la Registraduría como fallecidos en fechas anteriores.
En estos casos, en lo que se
presume que estos menores de edad fueron suplantados en las plantillas que
entregaron los contratistas del programa, la DIARI detectó que se hicieron 24
entregas de raciones de alimentos.
Las alertas están basadas en
las debilidades que la DIARI encontró en el diligenciamiento de las planillas
de control por parte de los contratistas y operadores del ICBF que realizan las
entregas.
¡Una madre con 172 hijos!
Paralelo a ese trabajo
tecnológico, un equipo de analistas de la DIARI verificó las planillas en
físico, obteniendo un resultado que los sorprendió. En varios departamentos del
país, tutores de los menores que recibieron las raciones, tienen múltiples
beneficiarios, lo que llevó a generar 6 alertas a 1.970 beneficiarios.
Por ejemplo, en los municipios
de Teorama, Hacarí, San Calixto, La Playa, Ábrego y El Carmen, en Norte de
Santander, se identificó un adulto que reclamó 195 beneficios al mismo número
de menores de edad de los que aseguró ser el acudiente.
Así mismo, en Chimichagua
(Cesar) una mujer aseguró ser la madre de 172 niños y niñas en ese municipio,
lo mismo que de un menor en el municipio de Fundación (Magdalena), recibiendo
raciones por todos.
También este equipo de
analistas identificó que un adulto aseguró en las planillas ser tío político de
134 menores de edad en Buenaventura (Valle del Cauca) al recibir las raciones
de alimentos.
“¿Qué hicieron y dónde están
con las raciones que recibieron estas personas por ese número de menores? Por
esto, desde la Contraloría General realizamos estas alertas, para que en el
país esta situación no se convierta en una anécdota”, aseguró la directora de
la DIARI, María Fernanda Rangel.
“Esto tiene que parar. No
pueden seguir los operadores proporcionándole las raciones a personas cuyos
documentos de identidad indican que están reportadas como fallecidas”, afirmó
también de forma tajante.
Contratos con bajos índices de
cumplimiento
La DIARI también generó 25
alertas de contratos con bajo índice de cumplimiento, que equivalen a $12.087
millones de pesos por entregar. Se trata de contratos en los que en los meses
de mayo, junio y julio del presente año se realizaron pocas entregas y, en
algunos casos, ninguna.
Por ejemplo, se identificó un
contrato en Medellín donde los meses de junio y julio no se reportó por el ICBF
una sola ración de 2.691 que se debían hacer.
En resumen, las alertas que
identificó la DIARI están divididas en entregas con documentos de personas
reportadas como fallecidas, acudientes con múltiples beneficiarios y contratos
con bajo índice de cumplimiento.
Análisis de planillas
entregadas por los operadores
Toda la información obtenida
por la DIARI se sacó de las mismas planillas que entregan los operadores al
ICBF, realizando los cruces con la Registraduría.
La DIARI obtuvo un total de
100 mil planillas diligenciadas a mano y en formato PDF. Para realizar este
análisis, la Unidad de información de la DIARI realizó la conversión de los
archivos recibidos a formato de texto líquido, utilizando los servicios cognitivos
de inteligencia artificial y su almacenamiento en una base de datos.
Así los ingenieros de la DIARI
lograron que el contenido de estas planillas fuera almacenado en un formato que
permitiera detallar las palabras extraídas y su ubicación dentro de la planilla
desde donde se hizo la extracción.
Con esta misma metodología, se
creó un algoritmo capaz de analizar el archivo de texto líquido y extraer
automáticamente aquellas palabras que, por su ubicación y contenido,
correspondieran a nombres y cédulas de beneficiarios.
Alertas generadas por trabajo
conjunto de la CGR con el ICBF
Las debilidades se pudieron
identificar gracias al trabajo mancomunado que la Contraloría General de la
República está adelantando con la Registraduría Nacional, que ha permitido
realizar cruces de información de las bases de datos con fuentes de menores de
edad fallecidos.
Con ese trabajo armónico con
el ICBF y la Registraduría Nacional, la CGR a través de la DIARI pudo
acompañar, en tiempo real, las actividades que desarrollaba el instituto de
cara a la atención de la crisis que generó la pandemia por el Covid-19 y
advertirle sobre la necesidad de avanzar en el uso de nuevas tecnologías, que
permitieran un mejor seguimiento y efectivo control de la ejecución contractual
de los operadores.
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