Nueve años después de la muerte de David Henao en una celda
de la Permanente Central de la Policía en Ibagué, su familia sigue exigiendo
respuestas. Aunque un reciente fallo del Tribunal Administrativo del Tolima
ratificó que el Estado no tiene responsabilidad en su fallecimiento, su
hermana, Laura Henao, insiste en que hubo omisión institucional pese a las
múltiples alertas sobre la salud mental de David.
El 3 de mayo de 2016, David fue detenido tras haber herido
con arma blanca a una mujer, hecho que, según relata Laura, ocurrió en medio de
un episodio de descompensación mental. “Él sufría de trastornos psiquiátricos,
tenía historial de hospitalizaciones y un delirio paranoide persistente”,
explicó.
Desde el momento de la captura, Laura intentó entregar la
historia clínica de su hermano a los policías encargados, advirtiendo sobre el
alto riesgo de suicidio. “Se las mostré al intendente Holman y a otro oficial,
pero no las quisieron recibir. Me dijeron que eso no era competencia de ellos”.
Esa noche, David fue llevado a la Permanente Central de la
Policía. Al día siguiente, Laura recibió una llamada en la que le informaron
que su hermano se había suicidado con una camiseta. Asegura que esa versión no
le cuadra: “Él no tenía una camiseta manga larga, como se reportó en la minuta.
Era una camiseta manga corta. Nunca explicaron cómo se ahorcó con eso”.
Además de las dudas sobre las circunstancias del
fallecimiento, la familia critica que no se hayan activado protocolos de
protección, ni en la Permanente ni en el traslado previo a la Fiscalía. A pesar
de que el cuerpo fue entregado sin pertenencias, nadie ha dado razón de ellas
hasta la fecha.
En la vía penal, la familia asegura que el caso nunca se
esclareció. “La fiscal nunca me atendió. Nunca supe cómo llegaron a concluir
que fue suicidio y no hubo una reconstrucción transparente de los hechos”,
denunció Laura.
A nivel administrativo, el proceso concluyó recientemente
con una sentencia que niega responsabilidad estatal, basándose en que el
suicidio es un acto individual. “Yo reconozco que él tenía una enfermedad
mental, pero eso no exime al Estado de proteger a una persona vulnerable que
estaba bajo su custodia”, agregó.
David Henao no fue el único. Un año después, en 2017, otro
detenido también se suicidó en la misma Permanente. La hermana del fallecido
concluye: “Si no existían protocolos en 2016 y no existían en 2019, ¿cuántas
muertes más deben pasar para que algo cambie?”.
POR: Redacción Judicial El Irreverente Ibagué