En una casa modesta de Ibagué, donde el café siempre huele a hogar y las guitarras reposan como testigos de los sueños, vive Octavio Bocanegra. Su historia no es la de un artista que nació en una cuna rodeada de escenarios ni cámaras, sino la de un hombre que, con la voz como bandera, ha ido abriéndose paso entre la vida, el deber y el arte. Bocanegra La Voz es un artista tolimense, nacido en la bella población de Ambalema, Tolima. Sin embargo, su destino cambió apenas a los dos días de haber llegado al mundo. Sus padres, campesinos llenos de esperanza, partieron rumbo al Líbano, Tolima, en busca de mejores oportunidades y bienestar para su hijo. Fue allí, en el humilde y acogedor barrio El Coloyita, donde Octavio creció y vivió hasta los 18 años. De esas montañas frías heredó el temple, y de su gente, el alma musical que lo acompaña hasta hoy. Desde niño, cantar era su escape y su motor, un eco que lo acompañaba en las faenas diarias mientras soñaba con escenarios que parecían lejanos. Pero la vida, con su manera particular de escribir los caminos, lo llevó primero a un destino distinto: la Policía Nacional. Fue allí, en la disciplina del uniforme, donde encontró otra vocación. Se formó como técnico en mantenimiento aeronáutico, especializándose hasta alcanzar el más alto grado en su escalafón. Voló alto, pero no olvidó el suelo que lo vio cantar por primera vez. Porque aunque trabajara entre motores y hélices, su corazón seguía afinado en otra frecuencia: la de las rancheras, la de la música popular que nace del alma. Jamás dejó de cantar. Su voz, profunda y cargada de emoción, empezó a hacerse un lugar en las noches tolimenses, en festivales pequeños, en reuniones familiares. Fue ahí donde surgió “Bocanegra La Voz”, más que un nombre artístico, una declaración de identidad. Pero si algo ha sostenido su sueño a lo largo de los años, ha sido el amor. Octavio lleva más de tres décadas al lado de su esposa, su compañera de vida y musa eterna. Una de sus canciones más sentidas, escrita desde la ternura y la gratitud, está dedicada a ella. “Ella es mi fuerza silenciosa”, confiesa con orgullo. Juntos han criado a tres hijos, dos mujeres y un varón, que hoy son su más grande orgullo y, como él mismo dice, su mayor obra maestra. Con el apoyo incondicional de su familia y amigos, Octavio decidió lanzarse con más fuerza en el mundo musical. No ha sido fácil, pero su talento ha empezado a resonar. Canciones como Tiempo perdido, Gracias a la vida, Malditas penas y La incondicional han conquistado miles de corazones en plataformas digitales, posicionándolo como una promesa auténtica dentro de la música popular colombiana. Y ahora, se prepara para un nuevo hito en su carrera: el lanzamiento de Prohibidos, una canción que estrena el 23 de mayo y que promete marcar un antes y un después. Escrita por el reconocido compositor tolimense Hugo Marín —autor de éxitos como Dulce pecado— en colaboración con Orlando Ceballos, y con la producción de Juan Black y Vito Castro (ex Tupamaros), esta nueva entrega viene cargada de sentimiento, profesionalismo y esa esencia inconfundible de Bocanegra. El videoclip, realizado por Jimmy Castro, uno de los grandes talentos audiovisuales del Tolima, promete una narrativa visual tan intensa como la voz que lo interpreta. Todo el equipo detrás del proyecto reafirma lo que muchos ya perciben: Octavio Bocanegra no solo es una voz, es una historia viva de persistencia, amor y pasión. Hoy, cuando mira hacia atrás, desde su presente como artista en crecimiento, con una comunidad que cada vez lo escucha más, Octavio envía un mensaje claro: “Los sueños no se cumplen… ¡se construyen! Con disciplina, fe en Dios y amor propio, todo es posible. El único que puede detenerte… eres tú. Así que deja de dudar y empieza a creer. ¡Vamos con toda!” Y con la misma convicción, deja una reflexión para la juventud, como quien quiere abrir un camino que él mismo recorrió con esfuerzo: “A los jóvenes les digo... el tiempo en la vida es el recurso más valioso que uno puede tener. No desperdicies el tiempo dudando de ti. Atrévete, equivócate si toca, eso es avanzar, pero no te quedes quieto. CRECE, que tú puedes.” En un país donde los sueños suelen posponerse por el deber, Bocanegra eligió no renunciar a los suyos. Hoy, a cada nota que entona, le pone el alma de un hombre que ha amado, servido y luchado. Y aunque su carrera apenas comienza a florecer públicamente, quienes lo conocen saben que ha sido un artista toda la vida. Lo pueden encontrar en redes como @BocanegraLaVoz, donde comparte no solo su música, sino también la esencia de un hombre que, contra el ruido del mundo, sigue cantando con el corazón.
POR: Natalia Gualanday - El Irreverente