En la ciudad de Ibagué un lugar se ha convertido en un símbolo de desesperanza, el puente de la variante se convirtió en un sitio donde se esconde una realidad desgarradora. Niños inocentes, con ojos que deberían brillar de alegría, han sido testigos silenciosos de la desesperanza y la muerte.

Cada día estos pequeños ven
como algunas personas se acercan a la imponente estructura con una sola idea en
su cabeza, poner fin a sus vidas. La imagen de cuerpos cayendo desde las
alturas se ha convertido en la pesadilla recurrente, el sonido de los gritos
desgarradores de las personas que se quedan llorando a sus seres queridos,
seguidos del silencio, son recuerdos que difícilmente podrán borrar.
Hechos trágicos como el de
una madre que tomó una trágica decisión de saltar con su pequeño hijo en brazos
es solo uno de los muchos casos que han dejado una marca indeleble en la
comunidad. Los niños no pueden comprender la magnitud de esta tragedia.

Niños que sufren de trauma,
ansiedad y miedo. Sus sonrisas se han apagado, y sus ojos reflejan la
desesperanza, la pregunta que hacen aquellas familias que han perdido un ser
querido es ¿Dónde están las autoridades?

La historia de las familias
que han vivido una y otra vez esta problemática social hacen el llamado a las
autoridades político-administrativas a que se brinden el apoyo aquellos niños
que han tenido que ver la cara de la muerte con cada persona que se lanzan al vacío.
POR: Edilberto Buendía