Tres
días y dos noches, duró Simón Bolívar en Ibagué, hace ya 194 años, cuando
viajaba desde Ecuador hacia Bogotá, al “Congreso Admirable” que pretendía
mantener unida La Gran Colombia con la imposición de una nueva constitución, y
que terminaría siendo el último congreso de lo que fuera la unión de los tres
países.
Su aposento
terminaría siendo la Casa de Arcos, ubicada en la calle 10 con carrera 2, exactamente
en la esquina de la Plaza de Bolívar
Después
de cruzar los Andes del Quindío, hacia Ibagué, Simón Bolívar ordenó la
construcción de un camino para facilitar el comercio y el transporte en la
región. En 1830, decretó la asignación de fondos del gobierno para este
proyecto nacional. Se designó un comisionado para recaudar fondos y contratar
empréstitos. También se estableció un peaje para mantener el camino. Hoy, el
"Paso del Quindío" es conocido como "Alto de la Línea", una
ruta desafiante que sigue sin solución efectiva después de 20 años.
Hubo
una mujer que vivió en El Salado, que afirmaba haber visto a Bolívar cuando
llegó a Ibagué. Úrsula Gualtero, contaba que, se habría llevado a cabo una
revista militar alegre y vistosa, mientras que el cabildo de Ibagué habría
ofrecido un gran baile para celebrar la estadía de Bolívar. Es así como en
dicha reunión, la madre de Úrsula, era la encargada de repartir el chocolate
para los asistentes a la velada, en la que Úrsula, acabaría bailando bambucos
en presencia de Simón Bolívar.
El 11
de enero, Bolívar se despediría de la ciudad musical, para partir rumbo a
Bogotá. En su travesía, pasaría por otros municipios del Tolima como Mariquita
y Honda.
Apenas
unos meses de su visita, Bolívar falleció en Santa Marta, en la Quinta de San
Pedro Alejandrino, un 17 de diciembre de 1830.
POR: Jose Andrés Chavarro