Siendo el cuarto hermano de cinco hijos de una familia humilde, Fernando Mendoza se convirtió en un ejemplo de superación y resiliencia para la comunidad doloreña, quien atravesó diversos momentos difíciles, pero que lo llevaron a tener la esperanza y la vida que ahora lo hace feliz.
De niño tuvo que pedir limosna en las calles de Dolores junto a sus hermanos para llevar comida a su casa. Mientras iba creciendo, trabajó en diferentes oficios informales como ser garitero en fincas, coger café, vender arepas, entre otros y, al mismo tiempo, se dedicaba a culminar sus estudios de bachillerato con mucha dificultad, pero orgulloso de haberlo conseguido.
Asimismo, contó cómo su relación con Dios lo motivó a seguir adelante, lo que consiguió que encontrara el amor de su vida con quien se casó y formó una familia con dos hijos que actualmente tienen 15 y 17 años, con quienes fundó el emprendimiento “Fercho leña y sabor”, dedicado a ofrecer menús especiales en reuniones familiares, corporativas y eventos.
Pese a que ya tiene un negocio propio, la llegada de la pandemia y la competencia ha hecho que decaigan las ventas en el lugar, es por esto que le ha apostado a su emprendimiento familiar, en el que orgullosamente destaca que tanto su esposa como sus hijos hacen parte de él.
“La superación no solamente viene de una religión, es también una decisión, es disciplina, el propósito, el compromiso por lo que uno anhela y desea, es el sueño de crecer y ser alguien en la vida. El camino correcto siempre será el señor Jesús, cuando yo lo conocí a él, mi vida cambió, si no fuera por él, yo ya ni existiria”, manifestó Fernando.
Es así como su vida se convirtió en una historia de ejemplo a seguir para los doloreños, quienes son los que han visto su vida, su motivación y sus deseos de querer salir siempre adelante sin desviarse en malos pasos, sino siempre haciendo el bien, por lo que, al parecer, en este punto de su vida ya está siendo recompensado.
POR: Dayanna Guayabo