Habitar un lugar sin
impactarlo negativamente ha sido, durante 9 años, el estandarte de una empresa
familiar ibaguereña. Se trata de Aquiluz, un negocio que hace 7 años llegó al
SENA con una idea ecológica, innovadora y aterrizada, y hoy día cuenta con una
amplia gama de productos de calidad y gran reconocimiento local.
Su apuesta ecológica ha sido
su plus en una industria que se caracteriza por ser poco amigable con el medio
ambiente. Desde el inicio, sus fundadoras, Victoria y su mamá, pensaron que ese
debía ser su impulso, irónicamente en un contexto el doble de retador: el
campo. Así lo cuenta Victoria.
“Toda esta historia empieza
con mi familia en el campo buscando cómo estar en un lugar, pero no impactarlo
de forma negativa. Como ustedes saben, en la zona rural el asunto de las
cucarachas, plagas, moscas y zancudos es muy visible porque estamos en medio
del campo, habitando su territorio, su espacio. Entonces nosotros queríamos
vivir con los insectos, pero no toparnos con ellos ni asesinarlos. Fue entonces
cuando con mi mamá dijimos, ‘¿y si con la misma naturaleza buscamos la forma de
repeler a los insectos?’, y ahí empezó todo”, contó Victoria.
En una época donde cuidar los
recursos y no contaminar no parece ser la prioridad, Victoria y su familia
empezaron a investigar qué plantas podían repeler los insectos, qué fragancias
les servían y en qué proporción. Con una idea y fórmula base, decidieron buscar
cómo y a dónde podrían llevar su idea para recibir asesoría y escalarla a un
producto con mejores resultados y, ojalá, que lograra posicionarse en el
mercado.
Es aquí donde entra el SENA,
primero con el Tecnoparque del Centro Agropecuario La Granja. Allí lograron
mejorar las proporciones a nivel de cantidades con la fórmula estándar,
consiguiendo productos súper concentrados que duran hasta cuatro veces más que
otros, y aprendieron cómo hacerlo escalable para llamar la atención del público
a su negocio. Luego, con Fondo Emprender, presentaron un pitch que fue exitoso
y les permitió obtener un capital semilla de 80 millones con el que
consiguieron un espacio físico y montaron un laboratorio con toda la maquinaria
necesaria para elaborar sus productos.
Gracias a esto, Aquiluz hoy es
una empresa que genera 4 empleos directos y 10 indirectos, todos para madres
cabeza de familia, que además de tener un trabajo digno, reciben formación en
la industria de los productos de aseo, dándoles así la posibilidad de adquirir
conocimiento y tener mejores oportunidades laborales en el futuro.
Para Victoria y su familia, lo
más difícil a nivel comercial ha sido que las personas no apoyan lo local y, a
nivel de emprendedores, que muchas veces la frustración o el cansancio no
permiten que se vean con claridad las oportunidades.
“Emprender no es fácil, no
solo por las barreras mentales, sino por muchos impedimentos que hay. Las
personas a veces creen más en otras marcas o uno mismo se desvaloriza
muchísimo, pero la idea es seguir, siempre estudiar, siempre buscar
capacitaciones, siempre aprender de las personas que son muy buenas en el campo
y que lo han logrado porque, en definitiva, vale la pena intentarlo y sí se
puede”, aseguró Victoria.
Esta historia marcada por la
disciplina en los procesos y las alianzas estratégicas correctas ha permitido
el desarrollo de aproximadamente 22 productos para atender la mayoría de
necesidades en la industria de la limpieza del hogar y el aseo. Aquiluz tiene
productos para la limpieza de la ropa, la cocina, los pisos, las plagas, el
baño, los vidrios y mucho más para el aseo general y personal.
Productos como desengrasante
de loza, suavizante para ropa, limpiador de pisos y juntas, ambientador que
también repele todo tipo de plagas, limpiador de vidrios y jabón de manos,
entre otros.
Para contactarlos, puedes
buscarlos en Instagram y Facebook como @Aquiluz.co.
POR: Redacción Ibagué