Con rifirrafes sobre los
montos destinados a agricultura, ciencia, tecnología y paz, entre otros
capítulos, ayer fue aprobado, en segundo debate, el Presupuesto General de la
Nación (PGN) del 2020 —aforado en 217,7 billones de pesos— en las plenarias de
Senado y Cámara.
Ahora los textos deben
conciliarse para que quede en plena vigencia para 2020.
La iniciativa, que debe estar
lista antes de este domingo, 20 de octubre, uno de los mayores cambios está en
el presupuesto para el rubro de inversión, que con 47,5 billones de pesos,
supera en 16,7 % los 40,7 billones de pesos asignados en 2019, y también por
encima de los 40,3 billones que se habían propuesto inicialmente.
Además, el gasto de
funcionamiento se incrementó en 8,4 %, explicado por el aumento de las
transferencias, gastos de personal y la adquisición de bienes y servicios.
Las transferencias de ley se
incrementaron en 10,3%, a 124,6 billones de pesos en 2020; los de personal,
subieron 12,3 % a 33,4 billones y la adquisición de bienes y servicios
presentaron un aumento del 2,7%, al pasar de 41 billones en 2019 a 42,1 billones.
El presupuesto destinado para
deuda pública creció 5 %, pasando de 51,9 billones de pesos a 54,5 billones,
suma de la cual se planean destinar 23,6 billones de pesos para amortizar deuda
y el resto, 30,9 billones, a pago de intereses, al Fondo de Contingencias y
cubrimiento de otros costos asociados a la deuda.
Los que tendrán más plata
Por sectores, los presupuestos
más altos, en su orden, fueron destinados para educación (44,2 billones de
pesos), defensa ($35,2 billones), salud ($31,8 billones), y trabajo ($31,5
billones), todos con más de diez puntos porcentuales de participación.
De otro lado, hacienda,
inclusión, transporte, rama judicial y vivienda, entre otros, están por debajo
del 10 %.
Por su parte, a agricultura y
ciencia y tecnología, dos de las ramas que mayores desacuerdos crearon por los
recursos que les fueron asignados, sobre todo para la oposición, recibirán 1,9
billones de pesos y $393.000 millones, respectivamente.
Temas polémicos
Uno de los puntos de mayor
revuelo fue la potencial venta de activos de la Nación para cerrar el faltante
de 8,5 billones de pesos. Bancadas, como la del Partido Verde, se mostraron en
desacuerdo con la iniciativa. Según Juanita Goebertus, representante a la
Cámara, se trata de “firmarle al Gobierno un cheque en blanco” aprobando la
enajenación de dichos bienes.
Mientras que Juan Felipe
Lemos, senador del partido de la U, calificó de “irresponsables” las versiones
que apuntan a la venta de ISA.
Otro asunto que tomó mucha
relevancia fue el artículo 44 que dispone que las universidades públicas
pagarán sentencias o fallos contra la Nación en virtud de la “autonomía
universitaria”. En Cámara se votó dos veces, la primera fue positiva para
tumbar el ítem, y la segunda, le dio el visto bueno para que permaneciera en el
texto original.
Finalmente, la declaración de
inexequebilidad de la Ley de financiamiento por la Corte Constitucional generó
dudas por la injerencia que podría tener esta medida en los presupuestos de los
próximos años.
Tomado de El Colombiano
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